La resiliencia es la capacidad de una persona o sistema para adaptarse y recuperarse de situaciones difíciles o estresantes. Se refiere a la capacidad de un individuo o sistema para recuperarse y continuar funcionando bien incluso después de enfrentar dificultades.
Hay varios factores que pueden caracterizar a una persona con un alto nivel de resiliencia. Algunos de ellos incluyen:
- Ser capaz de mantener una actitud positiva y mantener la esperanza, incluso en situaciones difíciles.
- Tener una red de apoyo de personas de confianza a las que puedan acudir cuando necesiten ayuda o consejo.
- Ser capaces de adaptarse y cambiar su enfoque o forma de abordar un problema cuando sea necesario.
- Tener una buena comprensión de sus propias emociones y ser capaces de manejarlas de manera efectiva.
- Tener una actitud de «crecimiento» en la que ven los desafíos como oportunidades para aprender y crecer en lugar de como obstáculos insuperables.